REBƎLDES en el AULA

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¿TDAH? ¿Adaptaciones? ¿Neurodiversidad? Una guía para no confundir igualdad con repetición

Dar herramientas claras y concretas a madres, padres y docentes para entender qué son las adaptaciones, por qué son necesarias y cómo se aplican, sin perderse en la trampa de “tratar igual a todos”.

“Aquí tratamos a todos por igual”.

Suena bien. Hasta que ves a un niño ahogarse en una clase donde nadie le lanza un salvavidas.

¿Qué es una adaptación? ¿Y qué no lo es?

  • Una adaptación no es un privilegio.
    No es un trato especial, ni un favor, ni una rebaja del nivel.

    Es un ajuste. Una rampa, no un atajo.

    • Un niño con TDAH que necesita moverse no está “molestando”: está regulando su atención.

    • Un alumno que responde mejor por escrito que oralmente no está “esquivando” el contenido: está mostrando lo que sabe desde donde puede hacerlo.

    • Las adaptaciones no son trampas. Lo que sí es una trampa: exigir lo mismo a todos, sabiendo que no todos parten del mismo sitio.

Igualdad ≠ Justicia

Darle a todos el mismo zapato no sirve si no todos tienen el mismo pie.
Y dar la misma clase, igual para todos, no garantiza que todos aprendan.

Frases que suenan inclusivas… pero no lo son:

“Yo no hago diferencias entre mis alumnos”

“Aquí todos siguen las mismas normas”

“Si hago eso por uno, tendría que hacerlo por todos”

No, no tendrías. Tendrías que hacerlo por quien lo necesita.
Eso no es injusticia. Eso es sentido común.

Lo que deberían enseñar a los profes (y aún no...)

A muchos profesores no les han explicado qué son las adaptaciones.
Otros lo han olvidado.
Y algunos prefieren hacer como que no existen, porque incomodan.

Pero las adaptaciones:

  • Son un derecho, no un premio.

  • Se recogen en informes.

  • Se aplican, se revisan y se documentan.

  • No son opcionales ni dependen de la “buena voluntad” del profe.

No hacen falta 20 reuniones para empezar a ponerlas en práctica.
Hace falta querer mirar y decidir actuar.

No se trata de dar ventajas.
Se trata de no seguir ignorando lo que hace que algunos niños se pierdan en medio del aula.
Porque repetir no es enseñar.
Adaptar no es rendirse, es darles una oportunidad real.

Las adaptaciones no bajan el nivel.

Lo suben.

Porque permiten que cada niño dé lo mejor de sí, desde donde está.

Y eso —eso sí que es enseñar.